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Después de la cancelación de sus fechas de 2020 por la pandemia de COVID-19, la banda de Chabás se tomó revancha.
La presentación de Joystick en el espacio Mono Club de Música en 2020 iba a ser una ocasión especial: la banda regresaría a Rosario para culminar la presentación de su segundo álbum de estudio "Licores Furiosos" y también supondría el debut de un puñado de canciones inéditas de la denominada nueva "era". No obstante, la pandemia golpeó y obligó la cancelación del show.
Ahora, a casi un año después de los primeros confinamientos, el concepto de los conciertos vía streaming parece ser cosa del pasado. Era inevitable que la implementación de esta modalidad no afectara el vínculo entre los artistas y el público.
En cuanto a Joystick, su último show había tenido lugar en el festival Cosquín Rock, celebrado en febrero de 2020. Once meses después, la banda chabasense se pudo dar el lujo de volver a los escenarios, aunque en el marco de la "nueva normalidad".
Con el Centro Cultural Güemes como epicentro de este evento de tintes post apocalíptico: los aficionados rosarinos, con sus cubrebocas y frascos de alcohol en gel como nuevos e inseparables compañeros, se acomodaron en grupos de hasta cuatro personas en mesas correctamente distanciadas.
Repentinamente, la oscuridad inundó el recinto y los miembros de Joystick tomaron sus respectivos puestos en el reducido escenario. Sin mediar palabra, los cuatro músicos se lanzaron frenéticamente contra sus instrumentos y arremetieron con una fuerte versión de "Lo Prendo Fuego". El bar se llenó con el familiar sonido propio de los fanáticos gritando.
A continuación, los chabasenses hicieron lo propio con dos vibrantes interpretaciones de "Sube la Marea" y "Tierno Disfraz". Indudablemente, la energía acumulada a lo largo de casi un año de confinamiento manaba a través de sus instrumentos.
"Cómo extrañaba estar acá arriba", admitió eufórico Pano Benincasa, vocalista y compositor de la agrupación. Para "Llueve Todavía", canción que si hubiese sido interpretada en otras circunstancias habría tenido al público sacudiéndose a la par de la inquieta melodía, se apoderaron del centro cultural.
A pesar de la falta de cercanía de antaño, los oriundos de Chabás pudieron alimentarse de la energía de la audiencia, quienes evidentemente anhelaban la presencialidad casi con la misma intensidad que ellos.
"Voy a tocar un tema de mi banda favorita", anunció Benincasa. En seguida comenzaron a sonar los primeros acordes de "Cornerstone", la nostálgica y sarcástica balada compuesta por los británicos Arctic Monkeys. Sin embargo, no hay tiempo para detenerse en la belleza sonora de los cuatro de Sheffield, ya que con un repentino estallido de ruido irrumpe en el salón "Perfecto para la Ocasión", corte del primer disco de la banda, titulado "Mil Razones para No Dormir".
Pese a todo, los puntos más destacados de la noche transcurrieron durante la pegadiza "Agua Negra" y el debut en directo de "Tito lo Sabe", último sencillo de los santafesinos.
Ya sea en el estilo de sus comienzos con “Como en casa” o en la potente y épica “Brazos Cruzados”, esta última claramente influenciada por la banda de Alex Turner, los oriundos de Chabás, tocan cada nota con una garra maravillosa. El líder de la banda, Pano Benincasa, se mueve en forma magnética incluso cuando no hay primeras filas de gente abarrotada como suele haber.
La energía contagiosa de los temas se traduce en el “olé olé olé olé Joystick Joystick” que los espectadores pronuncian en honor al cuarteto de Santa Fe, trayendo una sonrisa entrañable en el rostro de Pano, Tito, Mateo y Emiliano.
El cierre llegó de mano de la vivaz "Salir en TV" (a.k.a. "Atiendo Boludos"). Acto seguido se cerró el telón, metafórica y literalmente, o eso creíamos. Después de que el público pidiera otro tema, el verdadero fin de la fiesta, vino a modo de encore de la mano de "Volviendo al Principio", canción que trasladó a los presentes a los inicios de Joystick.
El espectáculo de una hora fue, sin lugar a dudas, un recordatorio de lo excelente banda que son en vivo.
Fotos por: Kiki Valentini
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