Lichi + Amelia + Manu Piró

El pasado sábado 23 de noviembre Berlín Pub se preparaba para una noche de talentos jóvenes. Y es que LICHI, "un híbrido entre banda y proyecto solista, dirigido por el músico y youtuber Lichi" como se describen en su biografía en Spotify, presentaba su primer álbum homónimo y qué mejor lugar que el icónico pub del Pasaje Simeoni.

Pero Lichi no acaparó la fecha, sino que decidió compartirla con otros dos actos de la ciudad: Amelia y Manu Piró.

Amelia abrió la noche con un público predominantemente juvenil y es que en su corta edad (le dedicó uno de los temas de la velada a su madre quien le está haciendo su vestido de graduación) pero gran talento vale la pena presenciar. Con una voz dulce pero potente y armada con un ukelele eléctrico, fue llevando a cabo su set compuesto en su totalidad por canciones originales, la mayoría disponible en Spotify. Una mezcla de temas en inglés, con una pronunciación envidiable, y en español, con algunos modismos típicos rosarinos que le daban un toque personal y profundidad/emoción.

El segundo turno fue de Manu Piró, con un género completamente opuesto que le dió un giro a la noche. Con una banda completa y un sintetizador de voz, llevó al público por el camino del pop con una energía y letras bien milenial. Lookeado él y su banda unos mamelucos/enteritos grises oscuros, cada uno con un estilo diferente que reflejaban personalidad, vestidos por la blogger de moda rosarina @breakfastteagirl, cerró su set anticipando su álbum debut que saldrá por su propio sello discográfico Rio Rosa, que busca alentar bandas de pop rosarinas.

Finalmente llegó el turno de Lichi, quien pidió desde detrás de escena que las mesas de la pista se corrieran así la gente, que para entonces ya se había acumulado en el pub, pudiera acercarse al escenario. Con un sonido ecléctico pero suave, interpretaron su álbum debut, un tema inédito y un especial cover de West Coast de Lana Del Rey con su propia impronta. Cerró la velada entre risas y pogo de un público más que entusiasmado, un aire de familiaridad innegable invadía a la audiencia que no dejó de cantar un solo tema.