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Foto del escritorAgustin Bohé

Los Gay Gay Guys y Jimmy Club volvieron al Galpón

El pasado 20 de agosto, los Gay Gay Guys presentaron nueva formación acompañados de Jimmy Club. Las dos bandas rosarinas agotaron entradas haciendo retumbar de psicodelia y rock las paredes del Galpón de la Música.


Después de casi seis meses, los Gay Gay Guys volvieron al escenario acompañados de Jimmy Club. El loop continuo de habilitaciones y restricciones nos obligó a acostumbrarnos a una nueva normalidad y la música, desafortunadamente, no escapó de esta. Frente a esta inestabilidad, la escena artística local siempre está lista para volver a las pistas. Así fue el pasado 20 de agosto, un viernes donde el famoso galpón frente al río acogió a un público sediento de música en vivo.


El viajón de Jimmy Club


La formación rosarina integrada por Martín Míguez en guitarra y voz, Lucio Sanchez en teclados, Francisco Alvarez en guitarra, Matías Bolzán en bajo y Gabriel Rosignoli en batería, nos invitó a un viaje introspectivo a través de su sonido lisérgico, repasando su último material, “Bestiario”. “Peces en Guerra” e “Invisible” fueron parte de las primeras canciones de la noche. Acompañadas de luces rojas y violetas que erigían pirámides de humo sobre el escenario, la banda supo crear el ambiente idóneo para sumergirnos entre sus sintetizadores.


Sin embargo, no hay viaje introspectivo sin atravesar el bajón. “Me tuve que volver a encantar con la música, escuchando un montón de discos y haciendo canciones y reencontrándome con canciones que me gustaran. Anoche, esto no estaba premeditado, necesito que me ayuden…”, dijo de repente Míguez mientras el resto de la banda bajaba del escenario, regalándole un mano a mano con el público. En ese instante, el vocalista de la formación reflexionó sobre la pandemia, los retos mentales que significó y la vorágine de sensaciones que reconfiguraron la forma de vivir, y claramente, la forma de hacer música.

“Anoche estaba escuchando Aviones de Papel y dije “¡qué temazo!”, y no porque lo hice yo, sino porque así se sentía estar vivo. Y me parece que lo único que necesitaba era ponerme en la piel de un chico de diecinueve años de nuevo”. Así fue como Míguez dio pie a tocar un acústico de “Aviones de Papel”, corte del primer álbum de la banda, allá por el 2017.


La propuesta de Jimmy Club tiene otra contextura en vivo. Lejos de enjaular sus temas dentro de un género en específico, les otorgan vida propia, dándoles la libertad de conversar a través de sonidos electrónicos, psicodélicos y rockeros. Llegando al final del setlist, “Flor de Loto” no podía faltar. El público coreó a gritos la melodía y, si no fuera por los protocolos, también la hubiera exorcizado de su cuerpo, bailando. Una de las destacadas de la noche.


Gay Guys del rock local


Cerca de las diez de la noche, la formación integrada por Juan Manuel Robles en voz, Iván Giménez en guitarra y voz, Tomás Martínez en bajo y Sebastián Erquicia en batería, palpitaba el regreso a las tablas. Entre porciones de pizza y vasos de birra en el camarín, la ansiedad se sentía en el aire. Qué onda volver a tocar después de aquella última fecha en febrero, todavía con sabor agridulce tras la despedida de Nico Andino de la banda, uno de sus fundadores. Una nueva era los sorprendía. Y la fecha con Jimmy Club en el galpón fue parte del inicio.


Después de que los Jimmy hicieran lo suyo, pasaron alrededor de unos diez minutos para que sonara una cumbia sobre el escenario. Era la Gueis señal. ¿Pero los Gay Guys no hacían Rock? No importa, desde hace rato la banda no entiende de géneros, rompe el dogma y eso también es hacer rock. Tras captar la atención y tomar posiciones, los espectadores que habían abandonado sus sillas para comprar una birra volvieron a sentarse y la banda entonó los primeros acordes de “Pellegrini”, uno de los temas de su último disco, “Droga y Delincuencia”.


Más tarde, “Para Vos Papá” y “Argentina”. Con una remera con la frase “Just say no to drugs” y dos colitas en el pelo, precariamente atadas sobre el escenario, Robles dijo haciendo referencia a la pandemia: “Hermoso tener la posibilidad de estar acá… Sanando toda esta data que tuvimos que morfarnos, pero bueno. Supongo que será para el triunfo final del amor, todo este sufrimiento digo... En beneficio de eso vamos a hacer un poco de música violenta”. La invitación estaba hecha y Sebastián Bosch se subió al escenario con su guitarra eléctrica a tocar la versión más heavy de “Saladillo Blues” que se pueda imaginar. El vivo le dio otro giro, las guitarras distorsionadas se robaron el protagonismo.


También sonó “El Rey de Pichincha” y “Feliz Año Nuevo” con la voz de Iván Giménez, “Feliz Año Nuevo” es uno de los temas más queridos por el público. Se notó al momento en el que sonaron los primeros versos y todos los cantaron a gritos mientras el cuarteto sonreía sobre el escenario, acompañados de Jay Giusti como guitarrista invitado. ¿Qué sepan tus canciones? Para cualquier artista eso es amor y esa noche, los Gueis estaban recibiendo mucho. Tras agradecer al público, al equipo de técnica y a los Jimmy, la noche ya estaba anunciando su final.


Antes de “Ojalá No Se Terminara Nunca”, el broche de oro fue: “Hola chicos, tengo una compra rarísima a nombre de mi tarjeta de un negocio “gay gay gui” y entonces lo linkeo y ¡es un video porno gay! No puedo creerlo”, dijo una mujer medio sorprendida, medio horrorizada. Se trata de un audio que compartió la banda en sus redes sociales y que reprodujo también en el recital. El audio fue grabado por una mujer que les contaba a sus hijos, a través de un grupo de whatsapp, que le figuraba una misteriosa compra de alguno de ellos con ese nombre. Justamente se trataba de una entrada para los Gueis. Mientras el público estallaba de risa, se acercaban los últimos temas.


Con “Droga y Delincuencia”, el corte que le da nombre al último disco, la banda bajó un cambio y de repente todos los espectadores se encontraron moviendo de un lado a otro el flash del celular al ritmo de la canción. Si el tiempo de los protocolos no fuera tan tirano, el deseo de todos los que gritaban “¡otra más!” o “¡toquen Tractor!” se hubiera hecho realidad. Sin embargo, el cronograma estaba ajustado y unos minutos pasadas las once el recital llegaba a su fin. Con entradas agotadas, el galpón fue refugio otra vez de todos aquellos que extrañaban ver hacer música en vivo.



Bonus track: nuevo material de los Gueis y el aniversario de los diez años


Cerca de las siete y media de la tarde, los Gay Gay Guys ya habían probado sonido. En el camarín estaban los cuatro miembros de la banda y sus guitarristas invitados de la noche, Sebas Bosch y Jay Giusti. Entre birras y un mate que resaltaba de los consumos míticos de las estrellas de rock, los Gueis quemaban el tiempo mientras la prueba de Jimmy Club sonaba de fondo. Mientras tanto, nos adelantaron los próximos proyectos.


La salida de Nicolás Andino de la banda significó al mismo tiempo una oportunidad para explorar otros sonidos: "El cambio de formato de personas lo bueno que tiene es que te desorienta pero entonces te obliga a... Hablamos entre nosotros, proponemos tocar un poco más de lo que estamos acostumbrados a tocar, inventar otras cosas, porque ser cierta cantidad de personas, ciertos instrumentos puestos de determinada forma es una cosa a lo que vos te acostumbras", dijo Giménez. Sin embargo también agregó que cuando se pierde a un miembro de la banda, la pérdida es también a nivel humano.


Mientras que “Droga y Delincuencia” se presenta como un disco bien rockero, con mucha distorsión, el próximo material promete explorar otros terrenos, sin perder la esencia de la banda. ”La idea no es encasillarse en un género. Lo hicimos en el primer disco, me parece, como veníamos de ser tributo a los Strokes, nos quedaba un poquito esa cabeza de componer pensando un poco en la gente, de tener algún tema bailable. “Rosarino Cool” nace así por ejemplo”, dijo Juan sentado en uno de los sillones negros del camarín, buscando la complicidad de sus compañeros.


A la hora de pensar las influencias para el nuevo material, el cuarteto piensa que no hay un modelo, una fórmula de hacer música y mucho menos un referente particular. “Si vos tomas una influencia estética de alguien, la estética capaz en seis meses o en un año se te agota. Seba dice Interpol y yo te puedo decir que para mí no sonamos nada a Interpol pero lo que uno toma del otro no es un recurso que vos le copias, sino es una búsqueda que te va orientando o tirando a lugares a los que disparar también”, comentó Giménez. “Más que una influencia es una especie de inspiración, ponele, porque obviamente ni en pedo sonamos parecido a eso”, agregó Seba Erquicia.


En plena producción del nuevo álbum, la banda ya cuenta con dos discos editados, "Degenerado", de 2016 y "Droga y Delincuencia", de 2019, a través del sello porteño BPM. Con varias canciones nuevas bajo la manga, los Gay Gay Guys se encuentran preparando el festejo de los 10 años. Probablemente, el Galpón de la Música también sea el espacio elegido para tocar. Consagrado como uno de los escenarios preferidos por la escena independiente de la ciudad, también resulta oportuno a la hora de cumplir con los protocolos de seguridad del Covid19.


 

Fotos por: Kiki Valentini







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